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Mind in Bloom de Flipao

Un disco maduro de una mente madura

El primer disco como solista de Felipe Arias es una revelación llena de sentimiento, soul y sabor, propia de una persona que ha llegado al final de un largo camino en el cual encontró su esencial musical.

Antecedentes

Arias es recordado como un l’enfant terrible del punk rock panameño de los noventas al ser el cantante de 2 Huevos 1 Camino, un grupo que tomó la influencia de Rabanes y la moda del ska y crearon temas inolvidables como “El tiburón salchicha” (¡come micha!) y “Chica punk rock”. Al igual que varias bandas del momento, el grupo gustaba por sus toques llenos de desmadre y gente en el escenario, pero ese pelaíto que cantaba, chaparrito, fulito y medio cae mal siempre se robaba el show, tanto por sus letras como por su energía. El grupo logró grabar un solo disco, pero para entonces, en 1999, Arias ya se había salido de la banda y andaba en otras cosas. Gasolina 70, agrupación que representó el origen de Señor Loop, cambió su alineación original en esta época y durante un tiempo incluyó a Arias en las guitarras rítmicas, ya que Lilo Sánchez de igual forma estaba pasando de ser un baterista a liderar su banda como cantante/guitarrista. Algunas presentaciones en vivo y una amistad a largo plazo fueron el resultado de esta breve alianza musical.

Después de esto Arias se perdió de la escena. En realidad estaba estudiando en el extranjero, encontrando spots para skate y surf, sin presión de regresar a tocar. Abrió una súper tienda de discos y arte, luego la cerró, y se mantuvo entrando y saliendo de Panamá. En su mente se fermentaban nuevas ideas musicales, inspiradas en el en rock simple, la suciedad punk y elementos de la cultura pop pero en su vena macabra y fantasiosa tipo The Cramps. Así surgen Los Flasheros, banda conformada por algunos de sus amigos de 2 Huevos y la también guitarrista/baterista/cantante Massiel Pinzón. Con ellos lanzó Amar matar en 2005, el cual fue muy bien recibido por el público por su actitud irreverente y estilo desinhibido. Temas como “Lince Sónico” y “La invasión de los zombies III” aún existen el ciberespacio.  La banda volvió a tocar en 2010 y después hubo otros años de silencio por parte de Arias, tiempo en el cual se conceptualizó su siguiente paso musical.

Florecimiento

Mind in Bloom, compuesto en Alemania, grabado en Panamá y masterizado en Estados Unidos, es un disco (¡porque se imprimió en vinil!) que consta de 11 tracks de su autoría, pero ninguno suena a lo que él hizo antes, cambiando su sonido por uno más influido por el soul clásico, el blues y el lado más personal del country. De hecho suena como esos discos de los setenta de John Lennon producidos por Phil Spector y tocados por los mejores músicos de sesión de la época, algo que se siente particularmente en “My Little Dream to Conquer Pain”. Todos los temas proyectan una energía propia, como “Big Bang Blues”, que termina con una descarga funky, o “Panamanian Moon”, una baladita country de amor para su país.

Sí, todas las letras están en inglés, y mientras escuchas el disco este detalle pasa a un segundo plano gracias a que Arias es un buen compositor e intérprete, cómodo con expresarse en ambos idiomas y con una voz áspera llena de personalidad. El lado soul del disco se siente en tracks como “Gypsy Blues”, y la influencia de este género se le da crédito en los agradecimientos: Arias señala a la leyenda Charles Bradley como una inspiración y guía. La conexión allí pudo haber venido vía Caíto Sánchez, amigo de Gasolina 70 y baterista de The Extraordinaires, la banda de Bradley con base en New York. 

Otra cosa destaca en temas como “Gate to love”, “Love is a burning light” y “Lady of the Northen seas”: Arias se enamoró y encontró una cómplice para sus andanzas. De hecho este es casi como un proyecto en conjunto, ya que su pareja, la diseñadora e ilustradora finlandesa Hanna Tahvanainen, realizó el arte de portada, una ilustración del rostro de Arias, el mar, la naturaleza y el cerebro. Y de hecho ambos salen retratados en la contraportada: el bohemio panameño con papos en su cabeza y la rubia sofisticada con su sombrero de vikinga. El disco también incluye un libro con letras e ilustraciones para cada una.

Mind in Bloom es un álbum de un hombre enamorado, sin duda, con canciones que son como cartas de amor. Pero Arias también muestra que posee una nueva conciencia del mundo, como en “War Outside My Window” y “Crazy World”, sintiendo el peso de las cosas pero prefiriendo seguir en lo suyo, disfrutando de las cosas buenas. Ante la aparente vida descomplicada que lleva este músico, la profundidad y el sentimiento de sus canciones se sienten reales gracias a su voz llena de vulnerabilidad.

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Tahvanainen y Arias.

Y así como Lennon contaba con pandilla de diestros aliados, Arias formó una súper banda de panas reconocidos por su capacidad y experiencia: el ya antes mencionado Lilo en batería y guitarra; David Caparó en los arreglos, guitarras y teclados; Jota Ortíz en los bajos; Chale Icaza en la batería; maestros del jazz nacional como Eduardo Irving y Wichi López en los vientos; e Ingmar Herrera como productor y arreglista. Es poco probable que todos estos genios se junten para shows en vivo, y a pesar de que Arias hizo un toque de comeback de los Flasheros justo antes de lanzar este nuevo disco en octubre de 2016, es probable que continúe por la senda musical de solista que en la de una banda en sí.

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Los culpables del sonido: Herrera, Caparó, Ortíz, Sánchez, Irving, López e Icaza.

Como Flipao, Felipe Arias demuestra en Mind in Bloom un lado más personal, maduro, creativo y juguetón, menos nihilista o sarcástico que en trabajos anteriores. Estas canciones –que no son nuevas porque el disco tomó un par de años en grabarse y lanzarse – son de esas que las chicas encuentran sexys y apasionadas, mientras que los hombres las sienten divertidas y profundas; algunas evocan a Panamá de una manera directa, pero son lo suficientemente abiertas como para apelar a cualquiera en cualquier lado. Un disco tan atemporal y rico no se ve todos los días, y solo un enamorado de la música lleno de buen feeling es capaz de producirlo.

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