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La pequeña (gran) ausencia de Mariana Núñez Haugland

La artista y diseñadora gráfica conecta con las mujeres infértiles y expone tabúes sociales en su reciente e íntima exhibición.

“Imágenes de una serie performática que comparte escenas íntimas inspiradas en la cotidianidad de una familia en desasosiego”. Con ese texto y una foto de unos zapatitos chocolates de bebé Mariana Núñez Haugland, diseñadora gráfica, empresaria y ex directora del Instituto Nacional de Cultura invitaba a “pequeña ausencia – relatos desde la infertilidad”, una muestra personal que expresa el sentir que callan muchas mujeres.

Realizada en la planta alta de Papaya Planet Art Space en Avenida B, la propuesta de Núñez se manifestó en 16 fotografías, una instalación, un monólogo y un tríptico. En todas ellas proyectó sus sentimientos sobre la infertilidad: durante años intentó concebir de todas las maneras posibles con su esposo, Hein Haughland, sin lograr un resultado positivo y agotando ahorros, esperanza y energía. La pareja eventualmente decidió tener hijos con el apoyo de un vientre subrogado usando embriones propios. Sin embargo, los años de esfuerzo y decepción dejaron su marca, así que a manera de catarsis ella tuvo la iniciativa de llevar a cabo este performance.

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La familia en desasosiego.

La muestra, desarrollada entre 2015 y 2016 durante un periodo en el cual no pudo concebir, es un performance porque Núñez se hace presente en las fotografías principales, realizadas con refinamiento por el fotógrafo venezolano panameño Frank Málaga de La Colmena Productions. En ellas protagoniza –junto a su esposo y su residencia restaurada en las áreas revertidas– escenas puntuales en las que una familia nueva aparecería con su bebé, que en este caso está ausente. Un desayuno en la cocina, un paseo de playa, un juego en el jardín, la cuna antes de dormir; aquí los padres, con expresión neutra y apariencia impecable, cuidan, miman y consienten a alguien que no está, que no llega. Cada escena está representada por un objeto (un salvavidas, un cancionero, un muñequito de peluche), los cuales acompañan la muestra tanto en fotografía como a manera de instalación.

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Algunos de los objetos de la muestra son herencias familiares de la pareja, como este salvavidas que el esposo usó durante su infancia.

El tríptico pequeño y cuadrado titulado Riddles of an infertile woman es una pieza poderosa. Son pares de frases en rima y en inglés que gritan todo lo que las fotos callan. Dice “I have tried I have cried / I have prayed and I have payed / I’ve worked out I’ve missed out / All my eggs I have laid”. El texto termina en sangre y soledad.

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Marido, mujer y hogar protagonizan las fotos hechas por Frank Málaga.

La exhibición también incluyó un “Monólogo de la Infertilidad”. Dado en dos horarios exclusivos semanas después de la inauguración, en él Núñez, vestida con un traje color piel y con una totuma puesta simbólicamente sobre su vientre, habló de manera directa y en primera persona sobre las vivencias y sentimientos de una mujer que desea tener un bebé y su cuerpo se lo niega. Con franqueza narró las vicisitudes de la mujer infértil: los consejos necios de las amigas, las reacciones de la gente ante su perseverancia por concebir, la fatiga mental que causa en la mujer y su pareja. Núñez ya había percibido a su exitoso estudio de diseño Ají Pintao (1996-2012) como un hijo, pero ahora quería uno de carne y hueso con el esposo que amaba, y estaba dispuesta a atravesar un proceso que es físicamente doloroso y socialmente subestimado.

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Mariana Núñez Haugland durante su monólogo.

La conclusión presentada ante el tabú de “una mujer sin hijos no es una mujer” es “todas somos mujeres”, sea que conciban de una manera u otra o que simplemente no deseen tener hijos del todo. Núñez y su esposo lograron su cometido y ahora son padres de mellizos. Su deseo de compartir esta muestra tan cargada emocionalmente y mesurada estéticamente se aprecia como un esfuerzo por, como dice la artista, “lograr imágenes que permitan que este difícil tema se convierta en parte de una conversación abierta de interés humano y diálogo social”.