El proyecto de más de 10 años de esta artista panameña conquista a uno de los públicos creativos más exigentes.
Giana González, una artista conceptual multidisciplinaria que reside en Nueva York desde hace más de 15 años, participó recientemente del proyecto Design Collisions the power of collective ideas, llevado a cabo en el marco de la prestigiosa Milan Design Week 2019. El evento se realizó durante varios días y participaron artistas y colectivos tanto de Italia como de España, Inglaterra y Holanda; González fue una de las selectas representantes de Estados Unidos, aunque ella se identifica como panameña.
Este proyecto, curado por la periodista de moda y diseño Laura Traldi, iba mucho más allá de la moda y la estética. Según su comunicado de prensa, “Design Collisions monta proyectos desarrollados por comunidades para comunidades, proponiendo recetas para enmendar las divisiones que nos afectan. Las fracturas entre el hombre y la naturaleza: ayudar a los negocios, gobiernos y consumidores a reemplazar una economía linear con una circular; pero también están [las fracturas] sociales, económicas y culturales, aquellas entre instituciones y ciudadanos, junto a la necesidad de las personas de valorar el trabajo manual y el empuje hacia la automatización”.
González explicando el código de Prada a sus participantes en Milán.
Hacking Couture no podría ser mejor para esta iniciativa, y explicando en qué consiste se entiende un poco el discurso antes citado. Como su nombre lo dice, en estos hackeos de alta costura González toma una marca reconocida, digamos Chanel, Armani o Jean-Paul Gaultier, la codifica, identificando sus principales elementos estéticos, gráficos y conceptuales, y luego, usando ropa vieja o de segunda, procede a crear piezas al estilo de estas marcas, pero 100% personalizadas y recicladas, empoderando a la persona común a crear su propio diseño de marca.
González, arquitecta de formación que se ha especializado en el moderno campo de la experiencia de usuario a través de plataformas digitales para empresas, comenzó su carrera artística con Hacking Couture. De hecho, yo la conocí cuando blank magazine, la revista de la cual fui editor por cinco años, publicó un editorial de moda en el cual ella presentaba los resultados de sus primeras sesiones de hacks, en 2007. Vale decir que este proyecto es totalmente colaborativo: siempre sucede en reuniones grupales donde los participantes llevan sus retazos e ideas (al igual que sus hilos, agujas y tijeras) y salen con algo nuevo; la artista solo presenta el código de la marca elegida y asiste a la gente en la producción de sus piezas. Una sesión parecida se llevó a cabo en el primer local de la tienda/galería Diablo Rosso, alrededor de 2008, en una casa en Calle Uruguay que hoy ya no existe; se llamó Swap-o-rama-rama, y era una iniciativa similar de colaboración y open source vinculada al reciclaje y personalización de prendas de vestir.
En este caso el trabajo creativo de González recae en el proceso de codificación, algo que suena sencillo pero que requiere de una investigación profunda. ¿Qué hace que una pieza Adidas sea Adidas? (ver abajo) ¿Cierto tipo de estampado? ¿Qué tipo de telas? ¿Cómo son sus accesorios? La artista elabora sobre un fondo blanco y amplio estos mapas de códigos, donde todos los datos (imágenes, texto) explican claramente el qué y el cómo de un diseñador de alta costura, aterrizándolo para que los meros mortales podamos entenderlo o, mejor aún, recrearlo a nuestro antojo.
Así luce una sesión de HC, con el código de fondo y los participantes trabajando en sus piezas.
Para su presentación en Milán, González eligió una marca que no había tratado antes, Prada, de la diseñadora Miuccia Prada, reconocida por su estilo vanguardista y sofisticado que rompe con todo lo tradicional. Hubo una pequeña exhibición de los otros participantes internacionales de Design Collisions durante la semana, y el hack grupal de la artista panameña, llevado a cabo en el espacio de arte Cascina Cuccagna, tuvo participantes que quedaron fascinados y motivados por la presentación. González logra esto con su conocimiento técnico sobre los procesos de producción, con su amor por la moda y el estilo personal, y con su presencia personal, a veces académica y otras juguetona, pero siempre concentrada en crear una experiencia irrepetible tanto para ella como para sus participantes.
Su participación también contó con un video performance titulado Praka, hecho para la ocasión, con música de Kenny Man y con González emulando el estilo de Miuccia y sus diseños, sumando contundencia y soportes alternativos a su propuesta creativa.
El 2019 empezó muy activo para la artista panameña residente de la gran manzana. Además de participar en programas de formación creativa vinculados a la danza (Mirror Dancing, otro de sus proyectos, es de mis favoritos) y la expresión personal, ella ha continuado con el desarrollo de su primera obra presentada en Panamá, Agua de Carnaval, expuesta en el espacio de arte alternativo Casasola durante 2018, curado y mantenido por Miguel Lombardo.
Una pieza conceptual antes de la sesión final. La marca es renombrada y brandeada con el logo de Hacking Couture. Fotos de González en colaboración con RES.
La primera etapa tomó algo prestado de Hacking Couture, en el sentido de que eligió el agua como elemento conceptual, lo aplicó en el contexto del carnaval que tanto amamos los panameños, y codificó lo que podría ser “el agua de carnaval”, un tipo de esencia de la panameñidad; los espectadores pasaban a Casasola y podían ver su mapa de códigos, incluso interactuar con ella en persona o por video conferencia, para en conjunto llegar a un destilado de esta sustancia casi mágica. En una segunda etapa a presentarse durante este año, Agua de Carnaval tendrá un video performance y un objeto de arte (hay una botella artesanal involucrada).
Giana González es una de las artistas conceptuales panameñas más originales de los últimos años. La distancia no le ha impedido mantener su contacto con su tierra natal, la cual visita con frecuencia, pero la escena internacional le está llamando y ella está preparada para mostrar lo que tiene.
