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A cien risas por minuto con el improv8

La sexta temporada del show improv8, del Teatro Guild de Ancón, continúa con su establecida trayectoria de buena comedia. Esta modalidad o estilo de presentación, cuyo principal objetivo es hacer reír a carcajadas sin un guión predeterminado, es una invención netamente estadounidense que poco a poco se ha popularizado en el resto del mundo. No sorprende entonces que el único teatro de habla inglesa en el país, que lleva más de 50 años ininterrumpidos de producción, se haya convertido en su sede panameña.

Con un elenco conformado por ocho actores frecuentes de la compañía del Guild, el improv8 es una experiencia interactiva que resalta dentro de la ya variada propuesta teatral de Panamá. Dos anfitriones, en este caso Sandra Sosa y Michael Lindo, guían el espectáculo proponiendo juegos, eligiendo a los miembros del elenco que han de participar en cada uno y solicitando las sugerencias más locas que el público pueda ofrecer, todo pensando en exprimir la mayor cantidad de comedia de cada situación.

El director es otro actor, Amit Nathani, quien tras bambalinas va midiendo la respuesta del público y el feeling del elenco para que cada noche sea única. El que en años recientes haya ido a alguna de las obras presentadas en el Guild reconocerá a caras familiares, que en este espacio cómico brillan por su carisma natural que sale a relucir ante la absoluta carencia de un guión. El encanto inteligente de Rita Banús y Lisa Palm se mezcla con la chistosa modestia de Juan de la Guardia y Yesui Aranda; Joe Mezquita y Andrés Clemente, por su estilo físico de actuación, son los genuinos payasos del grupo, siempre llevando el sketch un poco más allá. Las divertidas y sorprendentes Hilary Hughes y Andrea Marchosky completan el cast, el cual cambia año tras año.

Desde el punto de vista del actor, la comedia es complicada. Hacer reír a un público requiere de astucia, capacidad, timing y un sexto sentido que lleve a su intuición por el camino de la carcajada. A veces funciona, otras no tanto, pero el show debe seguir hasta el final. Otra complicación que reta al actor más capaz es el fino arte de la improvisación, el poder inventar parlamentos y situaciones al momento, con la mínima guía y desarrollarlos como si siempre hubiesen existido en papel, pero creando algo original en el proceso. Estas son las dos cualidades que hacen de este show un favorito del público tanto como de los actores, quienes pueden dar rienda suelta a su imaginación y recibir una respuesta inmediata a sus esfuerzos.

Muchos de los cómicos de habla inglesa que tanto disfrutamos, y que en el fondo son actores geniales, comenzaron con tropas de actuación similares al improv8 en Estados Unidos y Canadá. Saturday Night Live no sería lo mismo sin la existencia del grupo Second City, donde muchos de su elenco pulieron su talento, y hoy en día existen clubs en Chicago y Hollywood que son icónicos en la comedia de la improvisación. Aquí en Panamá, el concepto del stand up comedy ha cobrado interés en años recientes, partiendo de las noches de SatanUp Comedy de El Sótano, que han llevado a otros bares de la ciudad a copiar el modelo con resultados variados. Un grupo de expats hasta tiene su propio club de improvisación en Coronado, para que vean que las risas no solo se quedan en la capital o con los profesionales.

El elemento determinante de cada improv8 son los juegos. En cada noche se eligen más de una docena de acciones que los actores deben seguir, coloreadas por las ideas del público para elegir personajes y situaciones que aporten al humor. En TV News se relata un noticiero de la tele reportando sobre algo fuera de lo normal; Lecture es una charla donde un actor habla en un idioma raro mientras otro le traduce, cubriendo un tema loco también; Who’s arms are these y Slideshow son pura comedia física, y Switch line or emotion pide al momento que el actor repita o cambie la línea recién dicha o que la haga con otro tono emotivo. Hay un montón más, pero mejor evitar los spoilers.

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El lema del improv8 es "no lines, no scripts... no restrictions!"

La producción ha hecho un esfuerzo por brindar una noche de teatro especial. Este montaje del improv8 cuenta con músicos invitados (Carlos Méndez, Javier Medina, Bethy García, Blues Bros., entre otros) que tocan durante los intermedios en el patio del teatro, además de cervezas importadas y snacks de restaurantes gourmet para acompañar las risas. Quizás la única crítica es que el show se alarga un poco después del intermedio, y que la proyección varía según el actor en cada sketch, pero el resultado final siempre es una noche única donde el que no sale sonriendo es porque es un robot sin un funny bone en su cuerpo.

Por supuesto que no podemos comparar el Teatro Nacional con el modesto Guild de Ancón, pero ambas instituciones tienen el mismo compromiso con la excelencia y variedad artística para Panamá, y ambas también sufren de los mismos problemas de infraestructura, como mantenimiento general de su edificio histórico y aires acondicionados o baños que suelen dañarse en el peor momento. El Guild se mantiene a base de voluntarios, patrocinios por obra y donaciones privadas, y aunque uno disfruta de nuevos escenarios como Teatro La Estación o Moliere Petit Studio, vale la pena tomar conciencia sobre esta sala que ostenta una historia tan rica como la del Teatro en Círculo, por ejemplo.

Pero más allá de las risas del recomendado improv8, y aprovechando la reseña, vale resaltar que el Teatro Guild de Ancón es un teatro panameño. En un país que se jacta de tener un sabor internacional, el contar con una sala donde se vean obras exclusivamente en inglés aporta a la variedad, y atiende a expatriados de habla inglesa tanto como al spanglish parlante promedio que prevalece en los diferentes estratos sociales de la capital.

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Y aunque sus miembros originales sean zonians (nacieron y viven aquí), sus producciones recientes están conformadas por panameños de ambos lados de la hoy desaparecida cerca; y ante el lento aprecio de todo el patrimonio histórico que representa la antigua zona del canal, además de la realidad endémica y única del zoneíta, este teatro es, al momento, uno de los mejores ejemplos de integración cultural en Panamá.

El improv8 estará hasta el 17 de septiembre en funciones de jueves, viernes y sábado.

Boletos disponibles en www.anconguild.com