El Museo de Arte Contemporáneo de Panamá se inspiró y creó un evento de recaudación de fondos nunca antes visto en el país.
El MAC está haciendo el esfuerzo por hacerse más contemporáneo, valga la redundancia, a través de un proceso de re-ingeniería interna que incluye una revisión de todos sus sistemas, además de una iniciativa mayor para fortalecer su vínculo con el público panameño.
La MAC Gala 2018 es una parte de este nuevo esquema. Es un evento de recaudación de fondos que a $300.00 el boleto busca reforzar el interés de benefactores previos y conseguir nuevos, apelando a la institucionalidad cultural del museo como elemento activo del acervo del país. Lo señalo como una institución porque no es una galería comercial y es el único museo de arte contemporáneo del país; en relación a esto último, me he enterado de que en el extranjero suele haber la percepción errada de que el Biomuseo y su edificio de Frank Gehry es el museo de arte contemporáneo de Panamá, una falla entendible considerando la promoción que ese proyecto ha tenido a nivel internacional en comparación con los esfuerzos del MAC por apenas mejorar sus instalaciones (el techo, el piso, el depósito), mantener su colección permanente y llevar a cabo exhibiciones y muestras de calidad internacional.
La imponente mansión de fondo y artistas de La Tribu Performance.
En lo que a eventos promocionales se refiere, la MAC Gala 2018 abrió la temporada con broche de oro y tirando la casa por la ventana. Bueno, de hecho hizo de la casa de alguien su principal ventana, por así decir, debido a que la fiesta se llevó a cabo en la mansión Heurtematte, entre Calle 49 y la Federico Boyd, una de las residencias privadas de la ciudad capital mejor mantenidas e impresionantes. Los propietarios cedieron el espacio, el cual fue aprovechado por completo para crear una especie de mini feria de arte.
El presidente de la junta directiva del museo, Juan Melillo, recibía a los invitados en la entrada principal de la mansión, y el recorrido comenzaba en una casita (¿de huéspedes? ¿de muñecas?) en la cual la directora del MAC, Luz Bonadíes, mostraba un mapa del lugar y comentaba cada atracción. De allí se llegaba a un jardín con mesitas, un bar y una pantalla donde se proyectaban trabajos digitales creados por Rosendo Merel; subiendo una escalera hacia la piscina, unos congos fluorescentes (literalmente) le hacían juego a los invitados con música y gestos; a continuación había un showroom de ArtiCruz, estudio establecido en Panamá por el artista venezolano Cruz Diez y cuyo sistema de producción a gran escala ha servido de apoyo a varios colegas panameños. En el área de la piscina había una muestra de figuras de porcelana artsy de Lladró, con una artista dibujando las esculturas dentro de la pisicna y una bailarina acróbata volando sobre ella.
La directora del museo dando la bienvenida y mostrando el mapa del evento que ocupó gran parte de la Mansión Heurtematte.
Entrando a la sala de la casa, y en un acto de “la unión hace la fuerza”, había una exposición de obras de artistas nacionales y extranjeros pertenecientes a varias galerías destacadas de la ciudad, como Legacy Fine Art, arteconsult, Marión Gallery y Yaco García. En este espacio unos actores disfrazados de artistas interactuaban y abordaban –en personaje– a los invitados, un detalle curioso y bienvenido que me pareció de lo más divertido de la noche; ellos eran los sospechosos de siempre, Dalí, Van Gogh, Warhol, Frida y, para los que los reconocían, Basquiat y Marina Abramovic. En este espacio bajo techo también habían pequeños corners o show rooms de productos de lujo de Coup D'État, Imperiale Joyeros, Bellagio Boutique, Snob Shop, Nancy González, entre otros. La tropa de acróbatas y performers de La Tribu Performance, alrededor de unos 15, también interactuaron con el público como diversos personajes, desde un mayordomo y una princesa en una fuente hasta un tipo en zancos y hombres lámpara.
De izquierda a derecha, Warhol, Abramovic, Dalí, Basquiat, Van Gogh y Kahlo. En el fondo una obra de Brooke Alfaro.
En una parte tipo terraza se encontraban los espacios para la comida, catering en cuatro estaciones (ceviches, kosher, carnes, postres) elaborado por un grupo de los chefs más sonados del país (Avi Barak, Chombolín Alba, Mario Castrellón, Andrés Morataya). La gente comió parejo y bebió también, gracias al open Möet & Chandon y a los bares bien provistos. Casi al final del evento –y evocando las hamburguesas de Fat Burguer que reparten a los invitados de la exclusivísima fiesta de los premios Oscar de la revista Vanity Fair en Los Ángeles– meseros comenzaron a regalar donas de Krispy Kreme que fueron devoradas por completo en tiempo récord.
Pero independientemente de las donas, el champán y los ceviches gourmet, los asistentes eran incentivados a conocer sobre las opciones de donación para el MAC: apoyar a las exposiciones y eventos del museo como patrocinador; apadrinar una obra de la colección permanente dando fondos para su restauración y/o conservación; y el nuevo Círculo de Coleccionistas, definido en el sitio web de la gala como “una plataforma de intercambio para las personas interesadas en apoyar la escena artística nacional y dispuestas a entregarse a una experiencia única”. También había una subasta silenciosa para recaudar fondos adicionales para el museo, en este caso pujando por obras de arte, objetos de lujo, un Maserati Levante, paseos a París y Colón y hasta una avioneta Cirrus SR22.
El Museo de Arte Contemporáneo de Panamá ha sentado un buen precedente con su MAC Gala 2018. Anteriormente, la gala del MAC era limitada a un grupo de personas más puntual, y uno de los cambios de ahora fue el vender el evento como algo accesible a un público más amplio. Su otro evento anual de recaudación era una subasta de obras, actividad que en la reevaluación de los procesos del museo ahora se complementa con iniciativas más dinámicas y diferentes como esta. Recordando ese refrán popular de que la definición de la locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener resultados diferentes, esperamos que los resultados de estas acciones sean positivos y continúen mejorando.